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La predicación de los frailes menores capuchinos [Desde la llegada a Cataluña al Concilio Vaticano II (1578-1965)]

 

Valentí Serra de Manresa, ofm cap.

Col·lectània San Paciano. Facultad de Teología de Cataluña
Barcelona 2012
512 págs.

Antes de nada, hay que señalar que el presente volumen viene decorado con el número 100 de la Col·lectània San Paciano, y, ciertamente, se lo merece, y no sólo eso, hay que añadir que este libro es el octavo del autor que aparece image-e7c81692b77ab38b9b3c38185b61a9b6en el catálogo de la colección; la calidad de los títulos que la componen, honra a la Facultad de Teología de Cataluña, responsable de la selección.

Fray Valentí Serra, desde la publicación de su tesis doctoral, dirigida por el catedrático de la facultad de historia de la Universidad de Barcelona, ??el Dr. Joan Bada, nos ofrece en sus publicaciones, un compendio del espíritu y las tareas realizadas durante más de cinco siglos en nuestro país y en los territorios de las misiones encomendadas a esta rama de la familia franciscana,  en concreto, a  los capuchinos de la Provincia de la Virgen de Montserrat.

Una amplia perspectiva histórica, nos permite conocer no sólo las características de la pastoral con la que han contribuido a la vitalidad y a la expansión de la Iglesia, sino también su influencia en la cultura que ha  informado la vida de la sociedad y de la Iglesia en estos siglos, en cuanto todo queda reflejado en su predicación. Entendiendo la predicación de un modo amplio: no solo en el sentido más genuino de la predicación de la Palabra de Dios, sino también en la enseñanza de la doctrina y de la teología, en la administración de los sacramentos y en la labor de orientación de los fieles, muy particularmente del sacramento de la penitencia.

Todo esto quedó reflejado en sus predicaciones populares, tanto en las ciudades, como en las zonas rurales y, aún,  en los territorios de misión, a menudo difíciles por sus condiciones geográficas y humanas, donde junto con la fe, supieron vehicular la cultura. Su apostolado alcanza tierras lejanas como las selvas de la Amazonia o de la Guayana y muchas islas del océano Pacífico. A todo esto las características del carisma franciscano –con las peculiaridades propias de los capuchinos–, les ha llevado a identificarse siempre con los naturales de los lugares donde iban a llevar y defender la fe.

Fray Valentí recoge también la repercusión, en la labor de los frailes, de las dificultades circunstanciales  propias de cada época, los cambios en las estructuras sociopolíticas y administrativas, y otras de alcance más grave, consecuencia del impacto de las ideologías y de las revoluciones,  que provocaron entre nosotros las injustas exclaustraciones,  la pérdida de sus bienes y el forzado exilio de los frailes. Todo esto repercutía en el contenido de los sermones y en su tono, aunque siempre estuvieran empapados de la espiritualidad franciscana, con una llamada a la caridad, al desprendimiento de las cosas materiales y a su confianza en Dios. A este propósito recordemos el período que les tocó vivir en España, desde el siglo XIX, entre guerras y revoluciones, con una secularización creciente y una cruenta persecución religiosa en la guerra del 1936-39. Sin embargo, todas estas dificultades revirtieron, gracias a  la fidelidad de los frailes, en beneficio de otros países y de la Iglesia entera. Para no alargar más el texto, hagamos referencia a los hermanos Vives y Tutó, uno de los cuales el padre Calasanz de Llavaneres, cardenal en la curia romana, fue la mano derecha, del papa San Pío V, predicador insigne y fidedigno informador ante el papa de la vida de nuestro pueblo. Todos estos temas quedan bien documentados  en las valiosas monografías de fray Valentí.

Las relaciones de los capuchinos con la cultura, con sus raíces, profundas y vivas, en el terruño del país, constituyen un tema que Fray Valentí Serra había tratado ya en otras publicaciones. De nuevo, aquí, pone de manifiesto que éste es  el aire que respiran, que tiene aroma de naturaleza propia. Este comportamiento se pone  en evidencia en una costumbre peculiar: los capuchinos, añaden a su nombre el del lugar de su nacimiento; eso afianza el sentimiento que les lleva a recuperar y reafirmar su identidad nacional; también ha contribuido a ello, de manera especial en el último tercio del siglo XIX y en el primero del siglo XX, el esfuerzo que han puesto para predicar en la lengua del pueblo, y su participación en la reanudación de las actividades culturales, relacionadas obviamente con los temas religiosos. Pensamos en la participación de insignes capuchinos en la magna biblia de la Fundación Bíblica Catalana que patrocinó el prócer Francisco Cambó, o en el cultivo de las bases de la formación filosófica, relacionada con el resurgir de nuestra identidad nacional. Y esta actitud no sólo ha sido para ellos como un imperativo de conciencia, digamos que de la virtud de la piedad, sino también un ejemplo para otras órdenes religiosas que antes se habían mostrado reticentes en esos campos.

El hecho de destacar la influencia de su predicación en un sentido amplio, no debe impedir que subrayemos el valor que tiene el libro para examinar la oratoria sagrada propiamente dicha, y analizar su contenido y forma, dentro del contexto más amplio.

Me atrevería a decir que el valor del trabajo de erudición del padre Valentí, viene avalado, también en la vertiente práctica, por su intensa dedicación al trabajo pastoral, y a la predicación.

Es de admirar: que las diversas generaciones de capuchinos, y con ellas la de fray Valentí, hayan sabido, con muchas penas y trabajos, conservar, recuperar y ampliar, en medio de los difíciles avatares de la historia del país, el archivo que ha merecido estos trabajos de nuestro autor.

Son un buen complemento del libro una veintena de ilustraciones, con fotografías de personas y documentos, y dos utilísimos índices, toponímico y onomástico.

Ferran Blasi Birbe

(Versión castellana online, L.R.)

 

  • 15 junio 2012
  • Valentí Serra de Manresa
  • Número 42

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