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Álvaro del Portillo, un hombre fiel

Javier Medina Bayo

 

Rialp

Madrid 2012

826 págs.

Los que tenemos la suerte de haber conocido a don Álvaro estamos de enhorabuena. Al recuerdo imborrable de su image-c78980b2847d62a487e72532876edb0dpersona, con su estela de bondad, de paz y de alegría se une ahora esta biografía que añade multitud de detalles, muy humanos y también muy sobrenaturales, que realzan su figura y la hacen en muchos momentos conmovedora. Y me parece que ésta es la palabra que caracteriza a esta biografía: conmueve. Los que no lo conocieron personalmente, encontrarán en este libro una excelente biografía de este hombre de Dios.

Conmueve ver al niño Álvaro quedarse sin desayuno para ir a Misa antes de que empiecen las clases y poder comulgar. Conmueve ver la preocupación del joven Álvaro por acabar cuanto antes los estudios de ayudante de obras públicas para poder ayudar en casa con un sueldo a la vez que compaginaba sus estudios de ingeniero. Conmueve la pronta respuesta a la llamada de Dios, casi nada más insinuarse, a una entrega total al poco de conocer a san Josemaría. Conmueve ver al militar Álvaro asistir a Misa a la ciudad de Burgos antes de la diana, y haciendo unos cuantos kilómetros, y llevarse como compañeros de Misa a treinta militares más; y en fin, cada página de este libro tiene este aspecto conmovedor; por no decir su ayuda a san Josemaría, su servicio a la Santa Sede, su alegría ante las muchas enfermedades que sufrió.

El autor subtitula muy acertadamente el libro Un hombre fiel. Es quizá este aspecto de la fidelidad el que unifica la vida de don Álvaro. Como señala: «Para extender el cristianismo, hoy como ayer, el seguidor de Cristo tiene un único sendero: la búsqueda del cumplimiento de la Voluntad de Dios, a través de la entrega de sí mismo. La biografía de Álvaro del Portillo es un ejemplo de este espíritu de donación». Don Álvaro se da cuenta de que la voluntad de Dios le viene a través de san Josemaría y pone todo su empeño en secundar los apostolados y encargos que recibe del Padre. Y lo hace con una heroicidad manifiesta.

Quizá esta faceta de la fidelidad se revela de modo vivo, una vez fallecido el Fundador, en los sucesos relacionados con la erección del Opus Dei como Prelatura personal. Esta última parte del recorrido jurídico del Opus Dei, realizado bajo el impulso de don Álvaro, no deja de ser una muestra de la fidelidad a los deseos del Fundador, así como, a la vez, un servicio fiel a la Iglesia, al desarrollar una de las figuras eclesiales preconizadas en el Concilio Vaticano II como es el de las prelaturas personales. El autor de la biografía expone bien las dificultades de todo tipo con las que se encuentra don Álvaro, y como las va solventando, con su saber hacer y su gran visión sobrenatural. El arma principal de don Álvaro es la petición de oraciones, con gran fe, en cada paso de este itinerario jurídico, que como toda cosa novedosa, tiene que romper moldes y abrirse camino ante todo tipo de dificultades. También destaca el autor, la clarividencia del Papa Juan Pablo II en todo este proceso y su sintonía con don Álvaro.

Al comienzo del libro vienen recogidas unas palabras del Prelado del Opus Dei, Mons. Echevarría que pronunció en el funeral por el alma de don Álvaro: «Cuando se escriba su biografía, entre otros aspectos relevantes de su personalidad sobrenatural y humana, este habrá de ocupar un lugar destacado: el primer sucesor de san Josemaría Escrivá de Balaguer en el gobierno del Opus Dei fue –ante todo y sobre todo– un cristiano leal, un hijo fidelísimo de la Iglesia y del Fundador, un pastor completamente entregado a todas las almas y de modo particular a su pusillus grex, a la porción del pueblo de Dios que el Señor había confiado a sus cuidados particulares, en estrecha comunión con el Romano Pontífice y con todos sus hermanos en el episcopado. Lo hizo con olvido absoluto de sí, con entrega gustosa y alegre, con caridad pastoral siempre encendida y vigilante».

Los 22 capítulos que componen la biografía están divididos en 3 partes: Infancia y Juventud (1914?1939), Junto a san Josemaría (1939?1975) y Padre y Pastor (1975?1994). Se cierra con una Cronología, el Apéndice Documental y un Álbum fotográfico. El autor ha hecho un profundo trabajo de investigación sobre cartas, documentos y testimonios. Algunos de ellos se recogen en el Apéndice Documental    

Joaquim González-Llanos

  • 22 agosto 2013
  • Javier Medina Bayo
  • Número 45

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