Edith Stein. Hija de Israel y de la Iglesia
Francesco Salvarani
Ed. Palabra
Madrid, 2012
381 pág.
El sacerdote italiano Francesco Salvarani, nacido en 1926 en Pratissolo di Scandiano (Reggio Emilia), profesor de Humanidades en el Seminario local y también de Filosofía en el Instituto Diocesano de Ciencias Religiosas, nos ofrece una semblanza completa de la vida, pensamiento y obras de Edith Stein, es decir, de Santa Teresa Benedicta de la Santa Cruz. El profesor Salvarani ha podido escribir esta biografía, con todo tipo de detalles: pensamiento, estudios, eventos familiares y sociales, etc., porque ha dispuesto de toda la obra de la santa, y de toda la anterior bibliografía aparecida hasta ahora, incluyendo todo el material de la causa de canonización. Por tanto, su libro es fruto de una muy profunda investigación, que ha durado varios años. Sobre todo, ha tenido muy en cuenta los escritos de la misma Edith Stein (1891-1942) –escritos sobre su vida familiar, sus dudas interiores, su pensamiento filosófico, sus relaciones académicas... –.
Salvarani ha querido introducirse hasta el fondo en el espíritu de la nueva santa, ofreciendo una perfecta imagen de cómo vivió y pensó una de las mujeres más influyentes y emblemáticas del siglo XX. Podríamos decir que el autor también se ha dejado llevar por lo que siempre movió a la santa: buscar apasionadamente la verdad. Y, en su caso, la búsqueda de la Verdad sobre Dios y la criatura. Es decir, la búsqueda y encuentro con Jesús Dios-Hombre, que siempre será el Camino, la Verdad y la Vida para todos los que no se dejen llevar por prejuicios o ideas preconcebidas y no puedan, así, detener este camino hacia la plenitud. Y en esta búsqueda muestra cómo Edith Stein sigue siempre una clara y sincera postura, una línea siempre sincera hasta el final, considerándose buena hija de Israel y fiel hija de la Iglesia, si se excluyen los años en que sufrió una clara indiferencia e, incluso, un cierto ateísmo o agnosticismo.
Se puede afirmar que esta biografía es como una autobiografía, ya que la cita constante de los apuntes, cartas, escritos de la santa, la transforman en un auténtico testimonio. Esto conlleva que el libro se mantenga siempre en lo que podríamos llamar «suspenso vital», vivido –a veces dramáticamente–, pero siempre desde una inteligencia prodigiosa y una sobrenatural fortaleza, obra de la gracia que trabajaba por dentro: se trata de una trayectoria absolutamente heroica y, por ello, Juan Pablo II la beatífica en 1987; la canonizó en 1998; y la proclamó co-patrona de Europa en 1999.
La obra que presentamos tiene en cuenta una relación autobiográfica de la santa, Vida de una familia judía, publicada en España con el título de Estrellas amarillas. Autobiografía: Infancia y juventud. Otros relatos completan las fuentes; como La búsqueda de la verdad, Sobre la empatía, un estudio sobre el Estado, las obras: En búsqueda de Dios, La mujer, La ciencia de la Cruz, Ser finito y Ser Eterno, Individuo y Comunidad; también muchas Cartas familiares y profesionales, diferentes Escritos espirituales, filosóficos y antropológicos... Salvarani ha tenido a su alcance otras biografías, como Edith Stein, de Elisabeth de Miribel, Una gran mujer, de Teresa Poseído, Tres mujeres para Europa, de Martin-Caram-De Meester, Edith Stein, de Christian Feldmann, y otros más recientes.
A lo largo de la obra de Salvarani encontramos las diversas fases –que van formando los diferentes capítulos del libro– de la vida de Edith Stein: la vida de familia con sus padres, hermanos y hermanas –fue la última en nacer, en una familia de once hijos–, la incomprensión o disgusto de la madre debido a su conversión al catolicismo, aunque Edith siempre la amó muchísimo; su constante cambio de universidades (Breslau, Münster, Gotinga, Friburgo, etc.) buscando los profesores más prestigiosos y las mejores posibilidades para el estudio filosófico. Destaca Salvarani el interés de la santa –aparte de la filosofía fenomenológica y de la filosofía en general– por la pedagogía, el feminismo, la política, la historia universal, el conocimiento profundo de diferentes lenguas germánicas (alemán, neerlandés...), neolatinas (español, italiano, francés), y las dos más clásicas, el latín y el griego. En el campo filosófico, fue una alumna fiel y preferida de Edmund Husserl, el fundador de la fenomenología, pero también el conocimiento de otros filósofos –como Martin Heidegger, Roman Ingarden, Peter Wust, Hedwig Conrad-Martius, Enrich Przywara, Gertrud von Le Fort, Dietrich von Hildebrand, Jacques Maritain– y de grandes figuras de la Iglesia, la llevaron a estudiar, como complemento formativo, a Tomás de Aquino, Duns Scoto, Juan de la Cruz, Teresa de Jesús, etc. De la Vida de santa Teresa afirmó: «Esta es (o aquí se encuentra) la verdad».
La primera y la segunda parte, las dedica a la personalidad –en los tiempos de la infancia y juventud– carácter, amistades, relaciones familiares; también su estancia como enfermera durante la Primera Guerra Mundial, en varios frentes y lugares. La tercera comprende los estudios superiores para llegar a ser profesora y sus investigaciones científicas, sobre todo al lado de su maestro Edmund Husserl; en esta etapa, se acerca definitivamente al catolicismo, hasta llegar al Bautismo y a los otros sacramentos de la iniciación cristiana, después de haber pasado por momentos interiores de gran inquietud. La cuarta, a su dedicación como profesora y conferenciante acreditada. La quinta y sexta explican su vocación y entrada en el Carmelo; su vida como religiosa. La séptima toca el tema del comienzo de la persecución de los judíos por el nazismo y cómo le llega –pasando por Holanda– la deportación al campo de Auschwitz, donde encontró la muerte martirial, junto con su hermana Rosa, que vivía en Echt (Holanda) con ella, como Terciaria carmelita.
Como nos dice el prólogo, el libro hace un precioso recorrido de toda «su vida, como hija de Israel y como hija de la Iglesia, pasando por su fase atea e indiferente». Asimismo, Salvarani «nos mete, paso a paso, dentro del alma de esta mujer fuerte e inteligente, que vivió intensamente dramáticos acontecimientos de la historia europea entre 1891 y 1942».
Josep Vall i Mundó