Els Quatre Evangelis
Ed. Albada
Terrassa, 2012
456 pág.
Damos la bienvenida a una nueva traducción de los evangelios al catalán. Mn. Ferran Blasi, conocido por otras obras de temática bíblica como Los nombres de Cristo en la Biblia (EUNSA 1993) o Conèixer la Bíblia (PAM 2005), así como también por su labor traductora (por ejemplo, de libros de Juan Pablo II o S. Josemaría), ha emprendido la tarea de hacer una nueva traducción de los textos bíblicos, al lado de los cuales ha colocado las introducciones y comentarios de la edición de la Sagrada Biblia de la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra. La intención de estas notas es facilitar la comprensión del texto tal como lo entiende la Iglesia, aportando abundantes referencias del magisterio, la patrística y la tradición espiritual católica, sin olvidar el contexto literario, geográfico e histórico del mismo.
Esta edición de Els Quatre Evangelis es, ciertamente, paralela en su formato a la popularmente conocida como Biblia de Navarra, pero la traducción del Dr. Blasi es completamente inédita. Ésta se caracteriza sobre todo por su fidelidad al texto original. En efecto, el autor ha optado por realizar una traducción muy literal del griego –dando preferencia en los pasajes difíciles a las soluciones adoptadas en la Neovulgata–, sin renunciar, por ello, a un mínimo de estilo literario; pero intentando, en todo momento, no desvirtuar el texto sagrado ni por lo que se refiere al fondo ni a la forma. Por ejemplo: Con la intención de remarcar la importancia de una palabra o de relacionarla más claramente con otras, siempre que ha podido el traductor ha conservado el orden original de las palabras aunque no sea el gramaticalmente habitual (hipérbaton), y ha intentado respetar todas las palabras que se encuentran en el texto griego a pesar de no ser estrictamente necesarias –las cuales, de hecho, en muchas traducciones se suelen suprimir–. En este sentido, una consecuencia de la literalidad buscada es la profusión en el uso que hace el autor de las partículas coordinantes que en el texto griego unen cada frase, traduciéndolas siempre que puede por conjunciones copulativas, adversativas, consecutivas –u otras categorías gramaticales–, que sirven para ir reconduciendo el discurso. No obstante, cuando ha creído conveniente añadir alguna palabra para facilitar la comprensión del texto, también lo ha hecho, incluyéndola entre corchetes.
En esta misma línea, en la traducción se mantienen frecuentemente los participios (gerundios) con los que habitualmente se inician muchas frases en el original griego, puesto que esa traducción literal no impide captar fácilmente el matiz temporal, causal, concesivo, etc. que tiene dicha oración subordinada.
También se ha optado por la conservación de términos clásicos o próximos al texto griego en los ámbitos temáticos de profesiones, ritos, usos y costumbres, así como pesos, medias y monedas. De estos últimos se han colocado tablas en un anexo final, junto con un índice de materias.
En definitiva, se trata de una edición-traducción dirigida a un público extenso, que la puede encontrar adecuada un abanico amplio de destinatarios: estudiantes, familias, parroquias, escuelas, etc. Sin duda se trata de una magnífica noticia en este Año de la fe, y de un buen instrumento para la nueva evangelización en la que se encuentra metida de lleno la Iglesia hoy.
Javier Jarne