Humanismo cristiano para el desarrollo
II Coloquio Internacional sobre humanismo cristiano en la economía y la empresa en el IESE
Los días 24 y el 25 de octubre tuvo lugar el II Coloquio Internacional sobre Humanismo Cristiano en la economía y la empresa en el campus del IESE en Barcelona. El Coloquio se centró en el tema: Humanismo cristiano al servicio del desarrollo y fue codirigido por el profesor Domènec Melé, titular de la Cátedra de Ética Empresarial del IESE y por el Dr. Martin Schlag, director del proyecto Mercados, cultura y ética de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz, Roma. En él especialistas procedentes de 15 países presentaron 40 ponencias.
La conferencia inaugural corrió a cargo de Mons. Luis Romera, profesor de Filosofía y rector de la Universidad Pontificia de la Santa Cruz (Roma) hizo un repaso del humanismo cristiano en el contexto actual y afirmó que «su recuperación implica desarrollar una visión de la sociedad y de la existencia en la que la ética no sea considerada un código impuesto por un empresario o un político, sino algo intrínseco» y añadió que «el humanismo exige que el individuo se convierta en el centro de atención, para lo cual se requiere un discernimiento ético».
Humanismo cristiano en la economía
Por su parte, Miguel Alfonso Martínez-Echevarría, profesor de Filosofía de la Economía de la Universidad de Navarra, planteó la siguiente cuestión: «¿tiene sentido el humanismo cristiano en la economía?» argumentando que no debe caerse en la trampa de creer en la «supuesta neutralidad antropológica» de la economía, puesto que «es una pérdida de tiempo pretender que la ética en la economía y en la empresa aborde los distintos fenómenos económicos bajo el prejuicio, lamentable e injustificado, de que existe un humanismo neutro que, supuestamente, constituye los cimientos de las teorías económicas».
El profesor Domènec Melé habló de las aportaciones que el humanismo cristiano puede hacer al desarrollo: sabiduría para orientarlo, valores y principios para que el desarrollo esté al servicio de las personas, motivación para la acción y fomento de virtudes como la solidaridad, la justicia, la verdad y el amor a la libertad responsable.
Economía y valores
Por su parte, Maria de Benedetto, Catedrática de Derecho Administrativo de la Università Roma Tree (Italia) en su intervención defendió la idea que la economía debe juzgarse en función de los valores que desea conseguir y ello implica redefinir la rentabilidad, disponer de una estricta regulación de los mercados financieros, contar con una buena moral y realizar un análisis de las prioridades de los consumidores.
Philippe de Woot, profesor emérito de la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica), defendió que el líder debe ser un arquitecto de la conciencia colectiva en la empresa, pues es justamente el líder el que puede reintroducir el tema de la ética en la 'razón de ser´ de la empresa. Rechazó la definición, muy limitada, de que la «razón de ser» de una empresa sea simplemente la producción y distribución de servicios. Desde su punto de vista, el papel de una empresa consiste en crear e innovar a fin de promover la ciencia y la tecnología, que deben transformarse a su vez en desarrollo y bienestar. El empresario es una figura clave en este proceso, alguien con visión que no se amedrenta ante los riesgos y que tiene la capacidad de convencer a los demás.
Experiencia de casos prácticos
Tres empresarios expusieron su visión en un panel, subrayando algunas exigencias del humanismo cristiano. Kim Tan, Trustee of Transformational Business Network, habló de sus experiencias de inversión en proyectos empresariales que fomentan el desarrollo. Joan Gallostra, director general de JG Ingenieros habló de cómo vivir el humanismo cristiano en el trato con las personas en una empresa mediana. Stefano Malferrari, Director General de Monte Paschi Monaco SAM, comparó el mundo occidental con una familia adinerada para la que el éxito financiero de una generación tiene como consecuencia indeseada la pérdida de iniciativa de la siguiente generación y su dependencia de la inversión, los activos y los ingresos de los padres, ya que el líder de la familia no fomentó el crecimiento del capital humano e intelectual de su familia.
La primera edición de esta Coloquio tuvo lugar separadamente en Roma y en Barcelona. El interés despertado y la importancia del tema ha llevado a los organizadores a planear la siguiente edición que, previsiblemente, tendrá lugar en Nueva York.
Miquel Raurell
periodista