Beato Juan Pablo II
El día primero de mayo de 2011 pasará a la historia como el día en que el Papa Juan Pablo II, llamado ya por muchos “El Grande”, fue beatificado por su inmediato sucesor, el Papa Benedicto XVI. Ha sido seis años después de su tránsito a la Casa del Padre.
Sin duda, ha sido la beatificación más multitudinaria que se recuerda en toda la historia de la Iglesia. Fueron unas jornadas inolvidables, como recuerda el Dr. Joaquín González Llanos, miembro del Consejo de redacción de Temes d´Avui, que estuvo allí acompañado por una treintena de jóvenes catalanes. Una pequeña crónica de la beatificación de la que es autor inicia el tema de portada de este numero dedicado al Beato Juan Pablo II. Aunque ya se ha escrito mucho sobre este gran Papa, nos parece que queda aún mucho por decir, y algo trataremos de añadir en este número.
El Beato Juan Pablo II nos ha dejado un buen número de documentos valiosos cuya influencia está llamada a perdurar, entre ellos 14 Encíclicas; 13 Exhortaciones apostólicas; 11 Constituciones apostólicas; 42 Cartas apostólicas; a los que deben agregarse las homilías y mensajes pronunciados en las 800 ciudades visitadas. Pero tal vez lo que más impresiona del nuevo beato es su profunda vida espiritual, su valentía, la entereza con que llevó el sufrimiento, su afán evangelizador. Remedios Falaguera e Isidor Ramos recogen comentarios de algunas personas que convivieron de cerca con el nuevo beato y han dejado unos testimonios muy próximos y detallados de por qué Juan Pablo II fue santo. «Juan Pablo II es beato por su fe, fuerte y generosa, apostólica,» afirmó el actual Romano Pontífice en la homilía de beatificación. Una homilía de gran relevancia y contenido que nos comenta en sus puntos centrales el Prof. Pablo Blanco, experto en el actual pontífice.
Juan Pablo II fue una Papa viajero, con sentido de misión, con jornadas extenuantes mientras se lo permitió su salud. Realizó 104 visitas pastorales fuera de Italia. Estuvo cinco veces en España; la primera de ellas –en 1982– visitó Barcelona y Montserrat. El cardenal-arzobispo de Barcelona, Mons. Lluís Martínez Sistach, por aquel entonces vicario general de la ciudad condal con el cardenal Jubany, recuerda esa visita y destaca algunos aspectos de las enseñanzas del Papa que hoy continúan vigentes. Su afán apostólico y pastoral le llevó trabajar hasta el agotamiento. El ejemplo de coherencia, valentía y exigencia atrajo, por su sinceridad, a muchos jóvenes a la Iglesia. Iniciativas revolucionarias como las Jornadas Mundiales de la Juventud rompieron esquemas y el mensaje de Cristo llegó por nuevos cauces a millones de jóvenes; Mons. Miquel Delgado, un sacerdote catalán recientemente nombrado subsecretario de la Sagrada Congregación para los laicos, escribe sobre el legado de Juan Pablo II a los jóvenes.
Animó desde el primer momento de su pontificado a no tener miedo y a abrir las puertas a Cristo. Al iniciarse el tercer milenio exhortó con fuerza a la conversión y la santidad, sin quedarse con un cristianismo de mínimos, proponiendo no olvidar la centralidad de Cristo. Un tema importante de su predicación, del que se ocupa el profesor Ramiro Pellitero, es el papel fundamental de los laicos en la Iglesia y en la necesidad de una nueva evangelización.
No se cansó de desarrollar el Concilio Vaticano II. El profesor Josep Ignasi Saranyana, en una magistral síntesis, coloca a Juan Pablo II en la historia y nos muestra sus aportaciones decisivas: la recepción y progresiva aplicación del Concilio Vaticano II y la preparación de la Iglesia para el cambio de siglo.
Antiguo profesor de ética, el Beato Juan Pablo II escribió tres encíclicas sociales, aparte de numerosos intervenciones en audiencias y encuentros. Antoni Babra, profesor de Moral social en la Facultat de Teologia de Catalunya y director del Seminari de Doctrina i Acció Social de l´Església (SEDASE), hace una síntesis de los aspectos más destacados de la aportación de Juan Pablo II en moral social.
Antes de ser elegido Papa, Juan Pablo II publicó poesías, teatro, diversos ensayos ético-filosóficos, dos libros, Amor y responsabilidad y Persona y Acción que ponen de relieve su valía intelectual. A ello hay que añadir dos libros escritos durante su pontificado: Cruzando el umbral de la esperanza y Don y misterio. Fue un filósofo profundo, y preocupado por actualizar una correcta antropología. La aportación filosófica de Juan Pablo II la desvela el Prof. Juan Manuel Burgos, experto en filosofía personalista y buen conocedor del pensamiento filosófico de Karol Wojtyla.
En este número el lector podrá encontrar también una Iniciativa relacionada con la JMJ de este verano en Madrid. Con los Kerigma Avards, universitarios de todo el mundo han llevado al lenguaje audiovisual las enseñanzas de Benedicto XVI. En la sección Actualidad se reseña el interés de la Iglesia por los nuevos medios de comunicación, coincidiendo con la beatificación de Juan Pablo II tuvo lugar un encuentro con 150 blogers para profundizar en estos nuevos aerópagos. Dos expertos en cine, el prof. Josep M. Caparrós y el Dr. Ferran Blasi, hacen un repaso a cinco películas que escenifican el auge del cine religioso en estos últimos tiempos.
En la sección Documentos, Mn. Joan A. Mateo comenta el reciente documento de los obispos catalanes Al servei del nostre poble, escrito con motivo de los 25 años de una notable pastoral: Arrels cristianes de Catalunya. La seccion Jornadas y Congresos destaca una Jornada sobre Juan Pablo II realizada en la Facultad de Teologia de Catalunya y ofrece una amplia reseña de las muchas iniciativas académicas que la Fundación Balmesiana ha promovido con ocasión del Año Balmesiano, un buen momento para recuperar el legado intelectual de Jaume Balmes. Concluye el número con la acostumbrada sección de Libros con recensiones y notas de trabajos de reciente publicación.
Domènec Melé
Director de Temes d´Avui