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Los cerezos en flor. Relatos sobre la expansión del Opus Dei en Japón

José Miguel Cejas

Rialp

Madrid 2013

317 pág.

image-a3f905d72c3730e2838846b7aa602b74El misterio de la conversión religiosa de una persona es eso: un misterio. El porqué una persona decide un cambio de vida tan radical, no puede explicarse por categorías humanas fácilmente encuadrables en algún campo de la psicología, o del comportamiento humano. Hay que buscarlo en otro ámbito. En el caso de las conversiones al catolicismo la explicación viene por una acción directa de Dios sobre las almas.

Es posible que estas conversiones vayan precedidas de encuentros con creyentes, de casualidades como un sufrimiento inesperado, o una situación nueva en la vida, pero el resultado sobrepasa ampliamente a las posibles causas. No es una consecuencia lógica, esperada, previsible. Siempre tienen un algo que sin duda entra dentro del misterio. En este caso de ese misterio de la acción de Dios en las almas para concederles el don de la fe.

Ésta impresión queda reflejada en el libro recensionado. Se recogen un conjunto de relatos en primera persona de gente relacionada con el Opus Dei, la mayoría de los cuales no estaban bautizados al comienzo de sus respectivos relatos. El bautismo viene después, cuando ya son adultos y se plantean preguntas trascendentales como el sentido de la vida, del amor, de la felicidad, o las diferencias con la cultura occidental, entrándoles entonces curiosidad por el cristianismo, necesario para entender esa cultura.

También hay capítulos que centran el contexto en que se mueve la cultura japonesa, como la descripción del sintoísmo, del budismo y de la herencia de Confucio, y se relata la primera evangelización, obra de San Francisco Javier. Se narran las primeras persecuciones que supusieron prácticamente la aniquilación de la religión cristiana por espacio de dos siglos y medio. Los cristianos se refugiaron en islas y lugares apartados. Allí se fue transmitiendo la fe de padres a hijos, generación tras generación, de forma oculta y clandestina, a lo largo de los años. Uno puede pensar: ¿cómo Dios permitió esto? ¿Cómo una semilla tan floreciente se descompuso de esta forma?

Quizá la respuesta está todavía hoy por llegar y este libro nos ayuda a desentrañar los planes que la divina providencia tiene escondidos. Porque lo que se ve es que hay una predisposición en todos estos relatos a recibir la fe: un amor al trabajo, a las costumbres familiares, una religiosidad natural que parece aún sin concretar hacia algo superior (por ejemplo en el relato de una bonza budista que habla con admiración de la religión católica aún sin estar convertida). Se podría decir que los preambula fidei ya están presentes en los japoneses y que se puede esperar un nuevo Pentecostés.

Como advierte el autor del libro, los testimonios fueron recogidos en conversaciones que mantuvo en el año 2009 con las personas que narran sus experiencias. También advierte que este conjunto de relatos no pretende ofrecer un cuadro general de la realidad del Opus Dei en Japón, ni del apostolado de sus fieles. Son narraciones independientes que muestran cómo el espíritu de la Obra da respuesta a la sed de Dios que experimentan tantos corazones de este país de Oriente.

Un libro muy oportuno en este Año de la Fe, que muestra que la fe está viva y que es una llama ardiente que se va pegando por esas lejanas tierras. 

Joaquim González-Llanos

  • 24 febrero 2014
  • José Miguel Cejas
  • Número 46

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