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75º aniversario del paso de San Josemaría por Andorra

El día 2 de diciembre de 1937, de madrugada, san Josemaría y el grupo que le acompañaba llegaron al Mas d'Alins –cansados y ateridos de frío– justo después de pasar la frontera andorrana. En plena guerra civil española, cuando la religión era perseguida y image-aef242a8053df65aa2d1b34c0bb05ac4las circunstancias llevaban a muchos a la evasión, después de días duros, sin suficiente alimento ni ropa de abrigo, sin un lugar donde dormir, rodeados de incertidumbres y de peligros, Andorra era la puerta hacia la libertad.

En recuerdo de la entrada en Andorra

75 años después, los andorranos han querido recordar con cariño la acogida que ofrecieron a san Josemaría. En particular, el arzobispo de Urgell y las autoridades andorranas han querido recordar este momento histórico, y lo han hecho invitando al prelado del Opus Dei, mons. Javier Echevarría, a bendecir una imagen del santo en Sant Julià de Lòria y a participar en la VI Jornada de Camins de llibertat a través dels Pirineus, en Andorra la Vella. Los actos tuvieron lugar el sábado 1 de diciembre, un día antes del aniversario de la llegada de san Josemaría a estas tierras.

Organizó los actos la Associació d´Amics del Camí de Pallerols de Rialb a Andorra. Esta asociación comenzó sus trabajos en 2002 y, con la ayuda de voluntarios de diversas procedencias, se ha ido reconstruyendo el camino que siguió san Josemaría (de Pallerols de Rialb a Andorra) con tareas de señalización de la ruta, desbrozando los tramos más accidentados, reconstruyendo una cabaña de carboneros en la zona de Pallerols donde vivieron emboscados unos días, arreglando la iglesia de Pallerols y volviendo a colocar en ella una imagen de la Virgen del Rosario similar a la que había antes de la guerra, y revitalizando el culto a la Virgen.

Actualmente, se está trabajando en la reconstrucción de la rectoría de Pallerols, donde san Josemaría pasó la noche del 21 al 22 de noviembre, y donde celebró misa por la mañana, tras encontrar en la iglesia una rosa de madera dorada.

En recuerdo de este hallazgo, cada año, el sábado más cercano al 22 de noviembre, se celebra la Festa de la trobada de la rosaque reúne cientos de personas de la zona y de otros lugares de Cataluña y de todo el mundo, recordando que este hallazgo significó para san Josemaría, de alguna manera, la confirmación de que actuaba correctamente continuando su camino hacia Andorra.

La bendición de la imagen en Sant Julià de Lòria

A las 12 del mediodía del sábado 1 de diciembre, el arzobispo de Urgell y el prelado del Opus Dei llegaron a la iglesia de Sant Julià de Lòria para la ceremonia de bendición de la imagen de san Josemaría. Al entrar, se arrodillaron durante unos instantes en la capilla lateral, donde está el antiguo retablo barroco y ahora también la nueva imagen en bronce de san Josemaría, obra de la escultora barcelonesa Rebeca Muñoz.

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San Josemaría aparece de rodillas sobre un reclinatorio antiguo, adorando a Jesús Sacramentado. La escultura sobresale de un relieve con forma de ventana ojival, abierta a las montañas y bosques de Andorra. En el rostro cansado y sereno, se descubre un gesto de gozo y recogimiento, que destaca el momento en que san Josemaría acudió al Señor, en acción de gracias después de tantos sufrimientos. La escena recuerda lo que pasó hace 75 años. Con mucho frío y hambre, san Josemaría y los que le acompañaban llegaron a Sant Julià de Lòria y fueron a la iglesia para dar gracias a Dios por el éxito de la travesía. Era el primer templo no profanado que veían desde 1936. Todos juntos rezaron ante el retablo barroco que hoy se conserva en la capilla lateral. San Josemaría quiso adorar al Santísimo Sacramento. Siguiendo las normas de entonces sobre el ayuno eucarístico desde la medianoche anterior, no podía celebrar misa.

A continuación, comenzó la ceremonia de bendición de la imagen. En el templo había unas quinientas personas bien apretadas. El resto de asistentes –más de novecientos– pudo seguir el acto por circuito cerrado de televisión desde un gran auditorio situado cerca de la iglesia. Algunos esperaban fuera por si había posibilidades de entrar.

En los primeros bancos de la iglesia estaba presente toda la corporación municipal, así como los vicarios episcopales y otras autoridades del obispado de Urgell.

Antes de comenzar la ceremonia litúrgica, la hble. Sra. Montserrat Gil, Cónsul de Sant Julià de Lòria, dio la bienvenida a mons. Javier Echevarría y expresó el sentimiento especial de todos los lauredianos hacia la figura de san Josemaría y todos aquellos que salvaron la vida pasando por estas tierras.

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A continuación, y tras unas palabras de mons. Joan Enric Vives, arzobispo de Urgell, comenzó el rito de bendición con la proclamación del evangelio y una homilía a cargo de mons. Echevarría. La ceremonia culminó con la aspersión e incensación de la imagen en la capilla donde se encuentra.

Para que mucha más gente pudiera seguir la ceremonia, el canal de televisión local, el propio de Sant Julià de Lòria, la retransmitió en directo de manera que muchas personas pudieron seguirla desde casa.

Andorra la Vella

Tras la breve estancia en San Julià, el 2 de diciembre de 1937, san Josemaría y los que le acompañaban continuaron el camino en coche de línea hasta Les Escaldes. Allí se alojarían durante las siguientes jornadas en el hotel Palacín.

Tuvieron que permanecer en el Principado de Andorra hasta el día 10 de diciembre, a causa de la nieve que les bloqueó la salida por el puerto de Envalira. Durante estos nueve días, san Josemaría pudo celebrar misa diariamente: en la iglesia de Sant Pere Màrtir, de Escaldes-Engordany, en el Colegio Nuestra Señora de Meritxell, de los monjes de Montserrat, en el oratorio del Colegio de la Sagrada Familia y la iglesia parroquial de Andorra la Vella.

Cada día iban de visita a la casa rectoral de mossèn Lluís Pujol, arcipreste de Andorra. Allí pasaron ratos largos y familiares junto a la chimenea. Venían desde Les Escaldes empapados por la nieve y dejaban secar cerca del fuego las pobres alpargatas que protegían sus pies, mientras conversaban con el acompañamiento de buenos trozos de torta y vasos de vino.

Un día, aquel sacerdote les acompañó a visitar la Casa de la Vall, edificio emblemático, donde se encontraba el Consejo General de los Valles de Andorra. Actualmente, mantiene bien su estructura original del siglo XVI.

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También el prelado del Opus Dei quiso visitar la Casa de la Vall. Allí les esperaba el Síndic General de los Valles de Andorra, el m.i. sr. Vicenç Mateu, quien los quiso agasajar con una recepción oficial y mostrar algunas de las estancias más destacadas y emblemáticas.

El jefe del Gobierno de Andorra, m.i. sr. Antoni Martí, junto con otras autoridades civiles y eclesiásticas, asistió a la comida que ofreció el señor arzobispo.

VI Jornada de caminos de libertad

Después del almuerzo y de una visita a la iglesia de Andorra, donde estuvieron rezando un buen rato, se trasladaron al Centro de Congresos de Andorra la Vella. Con una capacidad para casi mil personas, minutos antes de empezar estaba totalmente lleno.

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Desde hace unos años, la Associació d´Amics del Camí de Pallerols de Rialb a Andorra, organiza las Jornades de Camins de llibertat, con la idea de fomentar el concepto de libertad, de diálogo y de respeto a las ideas de los demás, por encima de las diferencias que pueda haber de raza, ideología, religión, lengua, costumbres... Este es uno de los rasgos importantes del mensaje de san Josemaría, que vivió de manera excepcional en aquellas circunstancias durante la guerra. En estos actos, participan historiadores, testigos históricos, conocedores de los itinerarios, antiguos guías de expediciones que tratan sobre las diferentes evasiones en épocas de guerra, testigos de la travesía que hizo san Josemaría en 1937 y de otras expediciones, etc.

Este año, el acto consistió en cuatro intervenciones bajo el título: El pas de sant Josepmaria per Andorra, l´any 1937.

Ya en la mesa presidencial, mons. Joan Enric Vives dio la palabra al sr. Joaquim Manich, presidente de la Associació d´Amics del Camí de Pallerols de Rialb a Andorra. A continuación, intervino la hble. sra. Rosa Ferrer, cónsul mayor de Andorra la Vella, y de nuevo el señor arzobispo dijo unas palabras. A pesar de la aparente seriedad del acto, el tono era familiar y distendido, y se traslucía un sincero afecto por san Josemaría y el prelado del Opus Dei.

Se proyectaron unas imágenes grabadas en 1977, que recogen el testimonio oral de Juan Jiménez Vargas, que acompañó San Josemaría en 1937, de mossèn Lluís Pujol, pàrroco de Andorra, y de mosén Joan Porta, el antiguo pàrroco de Pallerols de Rialb.

 

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A continuación, mons. Echevarría hizo su ponencia, en la que recalcó que el origen de ese viaje a través de los Pirineos no era simplemente la huida del peligro que la guerra y la persecución religiosa comportaban. San Josemaría había afrontado el riesgo durante su estancia en Madrid, Valencia y Barcelona. Buscaba sobre todo ejercer su afán de servicio a las almas y trabajar en libertad por la Obra que Dios le había encomendado.

Las circunstancias tan excepcionales ponen de relieve la heroicidad con que san Josemaría vivía las virtudes cristianas. De aquellos días, en destacaba la aceptación humilde del dolor sufrido, el perdón y su deseo profundo de reconciliación que le llevó a no hablar nunca más de estos sufrimientos. También el prelado del Opus Dei aludió a los detalles de caridad con los demás y especialmente de mossèn Lluís Pujol, a quien devolvió el gran cariño recibido en Andorra, escribiéndole personalmente durante mucho tiempo.

Concluyó su discurso refiriéndose al alcance que tiene el ejemplo de un santo, que en todas sus acciones buscó siempre dar respuesta generosa al querer de Dios.

La caminata nocturna

A las cinco y media de la tarde, terminaron los actos religiosos y culturales de celebración de este 75º aniversario, pero todavía quedaba otro acto, que tuvo lugar por la noche. Así pues, un grupo de gente joven hizo el mismo recorrido que 75 años antes hizo san Josemaría en la última noche antes de llegar a Andorra, desde Cal Roger –a Bellestar– hasta Sant Julià de Lòria, pasando por Mas d'Alins. Un recorrido de unos 20 km. Salieron de Cal Roger a las 12 de la noche y llegaron a Sant Julià de Lòria a las 8 de la mañana. Al llegar, el Ayuntamiento les invitó a un buen desayuno con chocolate y torta.

Un buen colofón a la celebración del 75º aniversario del paso de san Josemaría a través de los Pirineos y su llegada al Principado de Andorra el 2 de diciembre de 1937.

Jordi Piferrer

Ingeniero industrial

autor del libro El paso de los Pirineos

y vicepresidente de la 'Associació d´Amics del

Camí de Pallerols de Rialb a Andorra

 

Para más información, entre en la web: www.pallerols-andorra.org

  • 12 abril 2013
  • Jordi Piferrer
  • Número 44

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