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La Doctrina Social de la Iglesia. Qué y qué no es.

Arturo Bellocq Montano

Pontificia Università Della Santa Croce

Roma, 2012

537 págs.

El inicio de la doctrina social de la Iglesia (DSI) en su desarrollo moderno suele situarse a finales del siglo XIX con el Papa León XIII. No ha nacido de una elucubración intelectual ni de discusiones académicas sino de la vida misma y image-ee908f54afe9eebe516111495a5a071dde la necesidad de iluminar con el Evangelio y con la entera Tradición cristiana las cambiantes situaciones que han tenido que afrontar los cristianos a lo largo de la historia. En los dos últimos siglos se han encontrado con significativos y a veces agudos problemas sociales y con planteamientos ideológicos que interpelaban la conciencia cristiana y requerían orientación autorizada por parte de los Pastores e iniciativas de pensamiento y acción por parte de los fieles laicos. Desde los problemas sociales derivados de la Revolución Industrial y de las ideologías dominantes en sus comienzas y en las décadas siguientes, generalmente muy radicales tanto desde el liberalismo como desde el socialismo, hasta los tiempos actuales con la globalización, las nuevas tecnologías, la financiarización de la economía y una crisis profunda y prolongada. Todo ello acompañado por ideologías materialistas, individualismo posesivo, indiferencia religiosa y una creciente influencia de la ideología de género. Los Papas han desarrollado un abundante y rico cuerpo de enseñanzas sociales desde la fe y desde la razón, que constituyen la DSI. Estas enseñanzas guardan entre ellas continuidad pero al mismo tiempo están sometidas a una continua renovación que surge al profundizar en las situaciones de cada momento, tratando de «ver, juzgar y actuar» o animar a la actuación, según la famosa expresión del Beato Juan XXIII.

El análisis y especulación académica, que suele ir por detrás de estas enseñanzas pontificias se ha preguntado repetidamente por el estatuto epistemológico de las enseñanzas o doctrina social de la Iglesia. Según autores y periodos, al DSI se ha considerado sociología cristiana, filosofía social cristiana o una tercera vía socio-política entre el liberalismo y el socialismo. Algunos, como el dominico francés Marie- Dominique Chenu, incluso llegaron a calificarla como de ideología. La teología de la liberación atacó la doctrina social presentándose como alternativa con una particular visión teológica combinada con el análisis marxista de la realidad social. La situación se clarificó definitivamente cuando el Papa Juan Pablo II –gran impulsor de la doctrina social– explicó, con gran clarividencia, que la DSI, lejos de ser una ideología o una tercer vía socio-política, era teología y, más específicamente, teología moral.  

El profesor Benllocq, de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz, presenta en este libro una documentada historia de cómo se ha entendido el estatuto epistemológico de la doctrina social desde León XII hasta Juan Pablo II y los recientes desarrollos de Benedicto XVI. En su recorrido histórico se ocupa del periodo en el que prevaleció la idea de que era filosofía cristiana (capítulo I), las propuestas de considerarla como una ideología y la alternativa de la teología de la liberación (capítulo II) y finalmente la comprensión de la doctrina social como teología, básicamente con el Beato Juan Pablo II (capítulo III). Analiza a continuación las aportaciones y nuevas clarificaciones del pontificado actual de Benedicto XVI (capítulo IV) para concluir con una propuesta del autor para la epistemología de la DSI (capítulo V).

En este último capítulo, a mi juicio, el más innovador, el autor propone que la DSI es, a la vez, Magisterio y teología moral que ha de iluminar tanto el comportamiento personal con el rector ordenamiento de las instituciones sociales. Profundiza en la caracterización filosófica del objeto de estudio de la doctrina social de la Iglesia, distinguiendo entre ética personal y ética política. Recuerda la relación entre fe y razón y su articulación en la constitución de la DSI como ciencia teológica. Concluye considerando las repercusiones de al DSI en la práctica, distinguiendo entre el papel de los Pastores y el de los laicos en relación con la DSI.

Un libro recomendable para estudiosos de la DSI y para aquellos que deseen profundizar en el conocimiento de los fundamentos de las enseñanzas sociales que entraña la fe cristiana.   

Domènec Melé

  • 14 abril 2013
  • Arturo Bellocq Montano
  • Número 44

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