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Crisis económica y crisis social: ¿una cuestión moral?

Un Congreso relanza el cristianismo social

Con este título tuvo lugar un congreso el pasado 24 de noviembre en la Universidad Abat Oliba, organizado por E-Cristians, el Centro de Estudios Económicos y Sociales (CEES), y Persona y Democracia. El título del congreso hace pensar en una respuesta positiva, y esto queda bien aclarado con el subtítulo que le acompañaba: Un congreso abierto de la ciudadanía. Respuestas desde la amistad civil. En este último concepto, con raíces aristotélicas, han profundizado varios autores contemporáneos. La respuesta fue un amplio salón de actos lleno de gente que parecía bastante interesada en el tema.

E-Cristians planteó el congreso como un relanzamiento del cristianismo social de la mano de diagnósticos adecuados, buenas respuestas, proyectos e iniciativas capaces de informar unas nuevas políticas públicas, sociales y económicas. Parece adecuado una iniciativa como ésta en el contexto de la crisis actual, que ofrece un reto en el que se necesitan todo tipo de contribuciones.

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Aunque muchos católicos, al menos a nivel personal, tienen bien clara la importancia de las enseñanzas sociales de la Iglesia, esta iniciativa da soporte a pensar y trabajar juntos. En la convocatoria del congreso se decía que, aunque la Iglesia y los católicos dan una respuesta excelente en términos de solidaridad y de ayuda a las personas necesitadas, «los diagnósticos inspirados en la doctrina social de la Iglesia (DSE) están ausentes del escenario público». En el congreso se escuchó que «aunque la DSE es el planteamiento global y alternativo más completo que existe en el actual estado de cosas, carece de presencia por falta de aplicaciones, de encarnación en propuestas de políticas públicas».

En la convocatoria se recordaban también grandes contribuciones de otros tiempos del cristianismo social, tales como la economía social de mercado y la construcción del estado del bienestar en Europa. De acuerdo con esta capacidad católica, se decía: «tenemos que relanzar ahora el cristianismo social». Y se marcaban unas metas: "Comenzar a tejer, para coger fuerza el próximo año, una red de conocimiento mutuo, colaboración, complicidad para impulsar en el seno de la sociedad una fuerte corriente inspirada en el cristianismo social, capaz de impregnar cultura, instituciones, gobierno y oposición, no tanto en razón de su cristianismo como por la bondad de sus diagnósticos y propuestas».

El congreso fue inaugurado por Ignasi Farreres, presidente del Centro de Estudios Económicos y Sociales, que hizo una buena síntesis de la relación entre economía y ética. Le siguieron Jordi Miró y Meix, vicepresidente de la Asociación Persona y Democracia, y Joaquim Xicoy, quien se refirió al significado del acto en el contexto político actual (el día siguiente, había elecciones al Parlamento de Cataluña).

El primer conferenciante principal fue el profesor Guillem López Casanovas, catedrático de la Universidad Pompeu Fabra, consejero de gobierno del Banco de España y asesor de la OMS en materia de desigualdades en salud que habló, con una gran profusión de datos y con un gran conocimiento, de la crisis económica y propuso replantear el estado del bienestar. El segundo fue el Dr. Guzmán Carriquiry, secretario de la Comisión Pontificia para América Latina, que presentó la perspectiva católica de la crisis actual. Remarcó que la crisis era económica, pero que, en sus raíces, era una crisis moral.

Siguió a estas disertaciones, y a los coloquios posteriores, una mesa redonda sobre diversos aspectos de economía y ética, en la que intervinieron: Juan Corona, catedrático de Economía Aplicada y rector numerario de la Universidad Abat Oliba, Carlos Losada , profesor de ESADE y Juan José López Burniol, notario.

Ya por la tarde, el congreso presentó tres ponencias en paralelo. La primera sobre «economía de comunión», a cargo de los profesionales Carlos Fernández, Josep M. Amoroso y Carles Pedragosa. La segunda versaba sobre «Economía social de mercado», con ponencia a cargo de Lluís Franco, profesor titular de Política Económica de la Universidad de Barcelona. La tercera, presentada por la Dra. Isabel Vidal, presidenta del Centro de Investigación en Economía y Sociedad (CIES) y profesora del Departamento de Teoría Económica de la Universidad de Barcelona, estaba centrada en la «economía social y tercer sector», remarcando que era una forma diferente de gestionar recursos.

En las palabras de clausura, Josep Miró i Ardèvol, presidente de E-cristians, sintetizó el congreso, abriendo las puertas a futuras actuaciones. El Congreso quiere tener continuidad mediante unos seminarios y una web, que permitan mantener la comunicación y el trabajo encaminados a construir las condiciones materiales que faciliten la realización personal en la verdad, el bien y la justicia de una economía concebida alrededor del bien común . 

Redacción

 

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  • 13 abril 2013
  • Redacción
  • Número 44

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