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Mons. Ignacio Carrasco nombrado obispo y presidente de la Academia Pontificia para la Vida

Miembro del Consejo de Redacción de Temes d´Avui

El pasado 15 de septiembre, la Santa Sede comunicó que el Papa Benedicto XVI elevó a la dignidad episcopal al presidente de la Academia Pontificia para la Vida, monseñor Ignacio Carrasco de Paula. El Papa le asignó la sede titular episcopal de Tapso.

Monseñor Carrasco fue nombrado presidente de la Academia Pontificia para la Vida el pasado 30 de junio. Este sacerdote barcelonés de 66 años es doctor en Medicina y en Filosofía. Fue el primer rector de la Universidad Pontificia image-489b2fc220d82ca0856937ae19525eb7de la Santa Cruz en Roma, profesor de bioética en la Universidad del Sagrado Corazón de Milán y Roma, y miembro del comité ético para la experimentación del Policlínico Gemelli de Roma. Ha publicado numerosos artículos sobre bioética, como el libro Identidad y estatuto del embrión humano (Ediciones Internacionales Universitarias 2000). Pertenece al Consejo Asesor de Temes d´Avui desde enero de 1997, fecha de la salida del primer número de la revista.

 

La Academia para la Vida

Con el Motu Proprio Vitae Mysterium del 11 de febrero de 1994, Juan Pablo II instituyó la Pontificia Academia para la Vida. Sus objetivos son: estudiar, informar y formar sobre los principales problemas de biomedicina y de derecho, relativos a la promoción y a la defensa de la vida, sobre todo en la relación directa que éstos tienen con la moral cristiana y las directivas del Magisterio de la Iglesia.

Su primer presidente fue el famoso genetista francés el Prof. Jérôme Lejeune. Pertenecen a la Academia 70 Miembros –nombrados por el Papa–, que representan las distintas ramas de las ciencias biomédicas y aquellas que están estrechamente relacionadas con los problemas concernientes a la promoción y defensa de la vida. También hay 3 miembros ad honorem y Miembros por correspondencia que trabajan en Institutos y centros de estudio sobre la cultura de la vida. El Consejo Directivo nombra un Secretario que, bajo la dirección del Presidente, coordina la organización de los trabajos de la Academia.

 

Base científica para la defensa de la vida

Mons. Carrasco empezó a trabajar en la recién instituida academia para la Vida en 1994. Ha dedicado buena    parte de sus esfuerzos profesionales al campo de la bioética y ha realizado diversos estudios sobre la dignidad del embrión. En una reciente entrevista realizada por la agencia Zenit fue preguntado por cómo defender la dignidad del embrión desde el punto de vista científico contestó que “El problema no es científico. Desde ese punto de vista está muy defendido. El problema es de naturaleza fundamentalmente socio-política e ideológica y con esto no valen los argumentos científicos.”

Sobre los retos que suponen sus nuevas responsabilidades explicó a Zenit que “la tarea es inmensa, los desafíos variadísimos” y no se pueden acometer todos a la vez, “pero algunos sí”. De forma inmediata están formando unos equipos de trabajo de académicos “para abordar dos cuestiones: el síndrome post aborto”, con la misión de estudiar “exactamente qué es y qué consistencia tiene” y el segundo grupo que se centrará en la “cuestión de los bancos de cordón umbilical”, a qué problemas se enfrentan y si la gestión debe ser pública o privada.

Sin duda cuestiones de gran trascendencia que requieren un estudio ponderado y el trabajo interdisciplinar de múltiples expertos. Desde Temes d´Avui hacemos votos por los frutos de esta importante tarea y deseamos que Mons. Carrasco siga encontrando tiempo para facilitarnos su valioso consejo.

Isidor Ramos

Periodista

  • 11 enero 2011
  • Isidor Ramos
  • Número 37

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