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Dos mujeres excepcionales del siglo XX. La huella de Edith Stein en Rosa Deulofeu

Francesc Figueras

Prólogo de Francesc Torralba

Ediciones STJ

Barcelona 2009

161 pág.

Francesc Figueras ha utilizado la tesina que escribió, bajo la dirección de Francesc Torralba, para graduarse de la licenciatura de Ciencias Religiosas, como el principal material para la publicación de su libro sobre Edith Stein y Rosa image-49228d828e44fe30b097c8d60fb5d87dDeulofeu. Pienso, sin embargo, que la autoridad del autor le viene, sobre todo de los muchos años que estuvo trabajando en la Delegación para la Juventud del Arzobispado de Barcelona, junto a Rosa Deulofeu.

El contenido del libro se expresa muy bien con el título... y con el subtítulo: se trata de dos mujeres excepcionales porque la santidad es excepcional (una reconocida canónicamente, otra a nivel de realidad y fama) y las virtudes también, pero es evidente que Edith Stein (Patrona de Europa) acabó su vida siendo ya una maestra intelectual consagrada. Esta Santa, de tanta valía espiritual e intelectual, tuvo una fuerte influencia en las reflexiones, y en la vida interior de relación con Dios, de Rosa Deulefeu. A Francesc Figueras debemos agradecerle que lo haya percibido en su conocimiento de Rosa, que lo haya estudiado y lo haya hecho público.

Por caminos diferentes y en ámbitos diferentes hay puntos comunes en la vida de las dos mujeres: la sus inquietudes espirituales las llevan a buscar cuál puede ser su vocación en la Iglesia; Edith, el Carmelo, Rosa, la entrega en cuerpo y alma a la Pastoral de los jóvenes.

Coincidirán también en la presencia fuerte del dolor en sus vidas. Un dolor vivido desde la Fe, la Esperanza y el Amor. Francesc Figueras nos expone cómo fueron estos procesos vitales en una y otra mujer, recogiendo las manifestaciones expresas de Rosa Deulefeu referidas a Edith Stein.

El capítulo tercero es esencialmente filosófico y teológico. Aquí se explica el pensamiento de las dos protagonistas sobre el ser humano desmenuzado, desde los orígenes, en las vertientes de la diferenciación sexual y, evidentemente, las características propias de la mujer y las consecuencias que comportan, así como su papel, especialmente la Iglesia.

El último capítulo, sobre la Personalidad Cristiana, incide más profundamente en la espiritualidad de las dos mujeres: la entrega a los demás, la ciencia de la Cruz, la vida contemplativa y, finalmente, la disposición generosa y serena ante la muerte que, una y otra, prevén cercana.

Todos los santos son un ejemplo para todos; santa Benedicta de la Cruz es un personaje sugestivo y fascinante, pero Rosa es "una de nuestra pandilla", todo lo que es de ella nos afecta. Por eso su amor de Dios, su entrega –sonriente– a los demás, su alma contemplativa, que Francesc Figueras revela, nos hacen un bien penetrante como pocos.

Acabo este comentario haciendo notar que no se puede hablar de la vida interior de una persona sin tenerla, por lo que, quizás sin darse cuenta, Francesc Figueras nos ha dado testimonio de su propia vida espiritual.

Joan Garcia Llobet

  • 11 enero 2011
  • Francesc Figueras Gudàs
  • Número 37

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