Un centenar de sacerdotes reflexionan sobre la identidad del sacerdote católico
45es Jornades de Qüestiones Pastorals
Sacerdotes procedentes sobre todo de las diócesis catalanas se reunieron los días 26 y 27 de enero en Castelldaura (Premià de Dalt) para reflexionar sobre los rasgos que deben definir al sacerdote católico, en el marco de las 45es Jornades de Qüestiones Pastorals organizadas por el Centre Sacerdotal Rosselló. Entre los ponentes: Mons. Sebastián Taltavull, Mons. José María Yanguas, Mons. Manuel Ureña y los profesores Philip Goyret, Pere Montagut y Javier Sesé. En el próximo número de Temes d´Avui ofreceremos las ponencias de estas Jornadas en un número monográfico.
Coincidiendo con el Año Sacerdotal establecido por Benedicto XVI , y en la misma semana de la beatificación del rector de Mataró Josep Samsó, las 45es Jornades de Qüestions Pastorals del Centre Sacerdotal Rosselló han suscitado una reflexión sobre la figura del sacerdote. 
El obispo auxiliar de Barcelona, Mons. Sebastián Taltavull, abrió las jornadas con una conferencia sobre las dimensiones del ministerio sacerdotal: enseñar, santificar y regir. Mons. Taltavull explicó que regir es sobre todo servir a todos, dar la vida por los demás a imitación de Cristo "que no vino a ser servido sino a servir y a dar la vida". En este sentido, animó a los presentes a estar "siempre muy disponibles, las 24 horas del día," a las necesidades de los fieles y a "vivir la unidad de vida desde la caridad pastoral". El obispo remarcó la importancia de gozar con el trabajo sacerdotal: "tenemos que recuperar la ilusión: que se nos vea contentos y felices en nuestro ministerio".
Por su parte, el profesor de Teología Espiritual en la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra, Javier Sesé, se centró en la espiritualidad sacerdotal y la secularidad. En su opinión, el Cura de Ars, san Juan Bautista María Vianney, representó una "gran hito vivencial", porque "mostró con su ejemplo dónde se encuentra la esencia de la verdadera santidad vivida en el ministerio sacerdotal, independientemente de las condiciones humanas y sociales en que se desarrolle ". El profesor de Pamplona también alertó del riesgo de confundir "secularidad y secularización", "cuestión que, de hecho, en la práctica, ha influido negativamente en la vida de muchos sacerdotes seculares".
Finalmente, el obispo de Cuenca, Mons. José María Yanguas, ilustró la necesidad de que el sacerdote sea hombre de comunión, es decir, que "la tarea esencial de su ministerio sea establecer la comunión de los hombres con Dios y de estos entre sí".
Mons. Ureña: "La solución a la falta de clero consiste en rezar y fomentar las vocaciones sacerdotales"
En su intervención, el arzobispo de Zaragoza, Mons. Manuel Ureña, destacó que "la solución a la falta de clero se encuentra en el hecho de orar y buscar sacerdotes, y no a considerar como ordinarias soluciones que son para situaciones extremas". El arzobispo se refirió, por ejemplo, a las situaciones en que una comunidad no puede contar con un sacerdote los domingos: les recomendó que se reúnan para orar, pero que "no vayan más allá de las normas establecidas".
Según Mons. Ureña, la búsqueda de nuevos sacerdotes se debe complementar con "una distribución más equitativa del clero" y con "pedir al clero más disponibilidad". Respecto a la pastoral vocacional, destacó el papel que juega la familia, y también insistió en la necesidad de "no omitir el adecuado discernimiento", de manera que los que accedan al sacerdocio tengan condiciones. El arzobispo de Zaragoza se refirió a la relación de la Eucaristía con el sacerdocio.
Otros ponentes fueron Philip Goyret, profesor de Teología Dogmática en la Facultad de Teología de la Universidad de la Santa Cruz de Roma, y el profesor Pere Montagut, director del Instituto de Teología Espiritual de Barcelona.
Goyret repasó la doctrina del Concilio Vaticano II sobre la unidad y el papel del sacerdocio en la vida de la Iglesia. Glosando a Juan Pablo II, alertó del "riesgo de clericalizar al laicado y de secularizar el sacerdocio". Explicó que el sacerdocio común y el sacerdocio ministerial "son necesariamente complementarios para el pleno desarrollo de la vida de la Iglesia".
Por su parte, Montagut profundizó en las implicaciones espirituales del ejercicio del ministerio sacerdotal. A su juicio, "corresponde al sacerdote dar a los hombres el Redentor en persona: lo económico, social o político se podrá encontrar en otros".
Sobre las Jornadas de Qüestions Pastorals
Estas jornadas nacieron en 1965. Desde entonces, cerca de cuatro mil personas y centenares de personalidades del mundo civil y eclesiástico han participado en esta actividad de actualización teológica y pastoral que promueve el Centre Sacerdotal Rosselló de Barcelona (antes Montalegre), de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz, asociación sacerdotal inseparablemente unida a la Prelatura del Opus Dei.
Esta iniciativa nació, en palabras de mosén Alberto Barceló, director del Centro, "sabiendo la importancia capital que tiene la formación permanente del clero; de hecho, éste es el único objetivo que nos mueve cada año a organizar este encuentro". Las Jornades de Qüestions Pastorals aspiran a ser, pues, "además de una oportunidad de mejorar la propia formación sacerdotal, una ocasión para aportar en común las propias experiencias pastorales y vivir unas horas de verdadera comunión y fraternidad sacerdotal".
Desde sus inicios, se han tratado cuestiones como la erradicación de la pobreza, el laicismo y laicidad cristiana, el papel de la familia, la comunicación o los retos de la bioética en la acción pastoral. A menudo, la temática ha coincidido con la celebración de algún año internacional convocado por Naciones Unidas. Las últimas ediciones trataron del ecumenismo, a propósito de la III Asamblea Ecuménica Europea organizada por la Iglesia Católica y las comunidades cristianas de Europa, y de Jesús de Nazaret, con ocasión de la aparición del libro homónimo de Benedicto XVI. El año pasado coincidió con una iniciativa también del Santo Padre, como fue el Año Paulino.
Xavier Vilella Periodista
