Archivo > Número 34

Compendio de Historia de la Iglesia antigua

Domingo Ramos-Lissón

EUNSA

Pamplona 2009

496 pág.

 

¿Cómo era la vida de la Iglesia en los primeros siglos? ¿Por qué el cristianismo sobrevivió y se impuso en un ambiente tan hostil como el del antiguo mundo pagano? Esta obra va dando respuesta a estas y otras preguntas que nos hacemos cuando pensamos en los primeros cristianos. Se nos cuenta cómo la Iglesia se fue organizando desde sus orígenes hasta el siglo VII. Y siendo como image-57a97c00e19c2e4ea876d864a2bfc745es la Iglesia un organismo vivo y creciente que se va extendiendo por el mundo, no es extraño que surjan controversias teológicas y litúrgicas, o que Oriente y Occidente se distancien. Al mismo tiempo, la intensidad de la vida de fe se expresa en la aparición de diversas espiritualidades, en la aparición del monacato, en la profunda reflexión de los Santos Padres que da como fruto amplios escritos.

De forma didáctica y ordenada se nos va explicando todo ello, sin olvidar el testimonio de los santos, auténticos protagonistas de la vida eclesial, y que contrasta con los disidentes de la recta fe. Unos y otros no han faltado nunca a lo largo de la historia, y todos estos acontecimientos históricos hacen más patente la acción constante del Espíritu Santo que vivifica a la Iglesia desde Pentecostés.

El autor de este libro, Domingo Ramos-Lissón, es profesor de la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra y, hace unos meses, en una entrevista señalaba el empuje misionero y evangelizador de los primeros cristianos: "Quizás no es exagerado afirmar que en estas primeras etapas de la vida cristiana hay tantos apóstoles como fieles. La predicación se extiende por sí misma  por  todas partes, y muchas veces por la actividad de gente desconocida. El impulso interior de hacer partícipes a otras personas de la fe cristiana era y es consecuencia inmediata de la recepción del bautismo". Un ejemplo, el de los primeros cristianos, que no podemos olvidar.

Este compendio, por su claridad y concisión, no sólo interesará a historiadores y teólogos, sino también a todo el que quiera hacerse una idea de cómo fueron los primeros pasos de los cristianos en el camino de la historia.

Manuel Mallol

  • 22 marzo 2010
  • Domingo Ramos-Lissón
  • Número 34

Comparte esta entrada