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Ven, sé mi luz: Las cartas privadas de la ''santa de Calcuta''. B.Kolodiejchuk.

Edición y comentarios de

Brian Kolodiejchuk M.C.

 

Planeta Testimonio

Barcelona 2009

496 pág. 

 

Ediciones Destino acaba de publicar la traducción catalana del conocido libro Ven, sé mi luz, con los mismos comentarios del autor, el padre Brian Kolodiejchuk, misionero de la caridad y postulador de la Causa de Canonización image-b1ed7566691aa9170e0fabf73c306497de la Madre Teresa de Calcuta, fundadora de la congregación que tiene como finalidad, en todo el mundo, el cuidado material y espiritual de los más pobres entre los pobres, enfermos e indigentes de todos los países de los cinco continentes. Como decía en una anterior recensión más amplia, la obra trata de la vida de la nueva beata desde sus propios escritos y testimonios entregados a sus superiores jerárquicos.

Con la cuidadosa recopilación de todos los textos, Brian Kolodiejchuk nos muestra por vez primera el gran sufrimiento que la Madre Teresa padeció a lo largo de décadas a causa de una gran "noche oscura del alma", que Dios permitió para santificarla plenamente por caminos extraordinarios de fe, amor, fortaleza, purificación pasiva y oración contemplativa, además de contar su gran secreto para darse del todo a Dios, a la Iglesia y a los hombres y mujeres más desgraciados del mundo. El Señor la purificó "como el oro en el crisol" y la aceptó "como vivo holocausto".

El libro se lee con creciente interés porque el itinerario seguido por la Madre Teresa es apasionante y se convierte en un modelo para todos aquellos que viven en un mundo lleno de hedonismo, de conformismo y de vacío espiritual. Ayuda a entender cuáles pueden ser los caminos de la gracia para iluminar muchas conciencias dormidas o adormecidas por la tibieza, la rutina y la dejadez específicamente "cristiana", por decirlo de alguna forma.

Ha sido un acierto de la editorial barcelonesa el editar esta traducción que llegará a muchísimas manos, porque siempre hay quien quiere leer o releer los buenos libros en su lengua materna, aparte del provecho sobrenatural que de su lectura pausada puedan sacar.

Josep Vall i Mundó

 

  • 10 diciembre 2009
  • Brian Kolodiejchuk
  • Número 33

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