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Continuidad entre Jesús y Pablo. X.Vilella

Simposio Internacional en la Facultad de Teología de Cataluña

Más de 150 personas han participado en el Simposio Internacional Jesús y Pablo, organizado por la Facultad de Teología de Cataluña (FTC) los días 14 y 15 de mayo de este año. Personalidades del mundo académico de reconocido prestigio internacional en el campo de la Biblia y, en concreto, en el campo de los estudios paulinos, estuvieron en Barcelona para debatir la relación histórica y teológica entre Jesús y Pablo.

Tal como anunció el Dr. Armando Puig, decano de la Facultad de Teología de Cataluña, en el discurso de apertura image-aa58bc205e56ec327f234ec08e0af71adel Simposio, el objetivo del encuentro era analizar el estado de la cuestión respecto a la relación entre Jesús y Pablo. Contribuyeron las cuatro aportaciones centrales, a cargo de algunos de los estudiosos más reconocidos del Nuevo Testamento y de los orígenes del cristianismo.

El profesor Jorge Sánchez Bosch, miembro de la Pontificia Comisión Bíblica y autor de un gran número de libros y artículos sobre san Pablo, introdujo las sesiones de trabajo con una mirada esperanzada a las posibilidades de la investigación actual sobre Jesús y sobre Pablo. La primera conferencia corrió a cargo de Karl-Wilhelm Niebuhr, profesor en la Universitat de Jena (Alemania). Desarrolló el tema de la relación entre Jesús, Pablo y los grupos judíos de su tiempo, con una atención particular a los fariseos. Después de un repaso crítico de las fuentes que hay actualmente para conocer la historia y el pensamiento de los fariseos, se centró en la actitud de cada uno de ellos en relación con la Torà, la Ley mosaica. «Así, los fariseos miraban de aplicar a la vida de cada día las prescripciones rituales sobre la pureza. Jesús, en cambio, relee y actualiza la Torà a la luz de la voluntad de Dios. Y, respecto a Pablo, el elemento que más influía en su tratamiento de la Ley era la misión universal y la consecuente convivencia de judíos y no judíos en las comunidades cristianas de fuera de Israel», dijo el profesor Niebuhr. En su respuesta, el Dr. Agustín Borrell (FTC) recordó que «la fe de Pablo en el valor salvífico de la muerte y la resurrección de Cristo tuvo un papel decisivo en su nueva manera de entender la Torà».

 

Pablo subraya a Cristo como nuevo camino de salvación

Jean-Noël Aletti, profesor del Instituto Bíblico de Roma y gran especialista en los escritos paulinos, habló sobre la ética de Jesús y de Pablo. En primer lugar, comentó los parecidos y las diferencias entre Jesús y Pablo, respecto a la Ley, y subrayó que «la novedad principal de Pablo consiste en dejar de considerar la Torà como camino de image-93394485a3cc824cd099689e275891d3salvación, a partir de la muerte y la resurrección de Cristo». A continuación, mostró los paralelismos entre la tradición sinóptica y el corpus paulino en el campo ético, en aspectos como la exigencia ética, algunos mandamientos concretos –el amor, la pureza cultual, el sábado...–, y otros ámbitos de la actuación humana –humildad, atención a los pequeños, perdón, amor a los enemigos...–. En su comentario posterior, Juan M. Díaz Rodelas, profesor de la Facultad de Teología de Valencia y actual presidente de la Asociación Bíblica Española, reafirmó la continuidad entre la ética de Pablo y la ética de Jesús.

El segundo día comenzó con la intervención del biblista italiano Romano Penna, que se centró en la relación entre Israel y los otros pueblos, según Jesús y según Pablo. «La actividad de Jesús se limitó al pueblo y al país de Israel, buscando una renovación profunda del pueblo de Dios, con una perspectiva escatológica», dijo. «Pablo dedicó sus mejores energías a anunciar el evangelio a los paganos y reflexionó, en profundidad, a la luz de la fe en Cristo resucitado, sobre el papel de Israel en la historia de la revelación, sobretodo después de la llegada de la salvación a los paganos», añadió el profesor Penna. En su comentario a la conferencia de Penna, Enrique Cortés (FTC) completó la visión del tema desde el punto de vista de la literatura judía, y agradeció el análisis de Rm 9-11 hecho por el ponente italiano, que destacó el afecto de Pablo hacia su pueblo de Israel.

 

Continuidad entre el mensaje de Jesús y Pablo

En la última sesión del Simposio, el estudioso James D. G. Dunn, profesor emérito en Durham (Inglaterra), reflexionó sobre el contenido de la predicación de Jesús y de Pablo, y mostró con rigor y convicción la gran image-24aabd08539dcd93c52b507547372d89convergencia entre uno y otro en las líneas de fondo. Su conclusión fue que «el anuncio de Jesús sobre el reino de Dios como una realidad ya presente en su propia actividad, constituye el precedente inmediato del mensaje paulino de la gracia ofrecida a todos, del evangelio anunciado a los paganos». En su respuesta, el Dr. Armando Puig insistió en la continuidad entre Jesús y Pablo, y presentó el evangelio de Pablo como una reelaboración teológica del mensaje de Jesús, a la luz del suceso fundamental de su muerte y resurrección. «La persona de Jesús es un elemento central tanto en la proclamación del Reino que hacía Jesús mismo, como en la predicación paulina», dijo el Dr. Puig.

En conclusión, el Simposio sirvió para confirmar la continuidad substancial entre image-a1755d4ef1d45bfd1fce08a1128057cbJesús y Pablo. Las ideas de otros tiempos que veían a Pablo como el segundo fundador del cristianismo parecen hoy superadas y sin fundamento. Las diferencias considerables entre Jesús y Pablo se explican en buena medida por el contexto geográfico y temporal de cada uno de ellos: Jesús actúa dentro de los límites del pueblo y del país de Israel, mientras que Pablo se mueve en la diáspora y habla a judíos y paganos sin distinción. Además, Pablo habla y actúa después de Pascua. Asimismo, en el Simposio se recordó también que en la enseñanza y en la actividad de Jesús hay elementos suficientes porque sus discípulos y continuadores hayan deducido la necesidad de una misión universal.

 

Pablo, apóstol por encargo de Cristo

El cardenal y arzobispo de Barcelona, Luis Martínez Sistach, en la clausura del congreso, recordó que no se puede entender a Pablo sin Jesús, a partir de la afirmación del Apóstol mismo: «Para mí, vivir es Cristo» (Filipenses 1,21). Destacó que «el Simposio ha unido dos grandes personajes: Jesús y Pablo, aunque el primero está por encima de image-f518b8f3e30f6c5b7c8414994d547d3cPablo y de todos los mortales por ser Dios y hombre. Asimismo, están íntimamente relacionados. Podemos decir que Pablo no se entiende sin Jesús. Ciertamente, la mayor parte de su vida el apóstol la va a dedicar a Jesús».

«Después de su conversión –añadió–, el apóstol Pablo vivirá intensamente una profundísima relación con Jesús, marcado por aquel encuentro que tuvo con el Señor. De tal manera que, para él, vivir era Cristo y por esto podía decir con propiedad: “Ya no vivo yo en mí, sino que es Cristo quien vive en mí”. La fórmula en Cristo, bajo diversas modalidades, es una característica de Pablo. Aquí aparece esta intimidad que tenía con el Señor de la gloria y que coincide con la idea del evangelista Juan expresada en la fórmula recíproca: “Él en mí, y yo en Él” y también “quien come mi carne y bebe mi sangre, está en Mí, y Yo en él”».

«Pablo fue escogido por Jesús, no a primera hora, como fueron escogidos los Doce. Escogido para llevar la buena nueva a los gentiles, para ser apóstol de los gentiles. Pablo es apóstol de Jesucristo y las relaciones con el Señor son las propias de los Apóstoles y el ministerio que estos ejercieron. El se siente llamado. No escogió ser apóstol, no lo fue por voluntad propia o por méritos propios, sino por encargo. Y porque Pablo sentía que Cristo le había metido en el ministerio “por fuerza” (anagké, 1 Co 9, 16), quería añadir algo que le hiciera plenamente voluntario y por esto asume el compromiso de ganarse el pan de cada día trabajando, pese al derecho de los predicadores a vivir del Evangelio (1 Co 9, 14). Por esto, y por el amor que profesaba a Jesús, dirá: “iAy de mí, si no evangelizara!”».

Xavier Vilella

Periodista y Flama

  • 31 agosto 2009
  • Xavier Vilella
  • Número 32

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