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Presentación del documento “La vocación del líder empresarial”

Jornada para empresarios cristianos

El lunes 5 de mayo Acción Social Empresarial (ASE) presentó en Madrid, el documento  “La Vocación del líder empresarial: una reflexión” publicado por el Pontificio Consejo de Justicia y Paz.

 

Ante un auditorio de 250 personas, el Cardenal Peter Turkson, que preside el Pontificio Consejo de Justicia y Paz, declaró que “la Iglesia quiere animar y ayudar a que los empresarios puedan tomar sus decisiones, de manera correcta y clara en este periodo de difíciles desafíos.

 

Los empresarios, los directivos, y todos los que trabajan en la empresa deben ser alentados a reconocer su trabajo como una verdadera vocación y para responder a la llamada de Dios con espíritu de verdaderos discípulos. De este modo, se comprometen en la noble tarea de servir a sus hermanos y hermanas, y a desarrollar el Reino de Dios. Este mensaje tiene el objetivo de proporcionar inspiración y animar a los líderes empresariales, llamándolos a profundizar aún más en su fidelidad en el trabajo”.

 

El acto fue introducido por Luis H. de Larramendi, presidente de Acción Social Empresarial, y contó con la participación de D. José Luis Bonet, presidente de Freixenet, D. Antonio Huertas, presidente de Mapfre, D. Manuel Giménez de Córdoba, presidente de Tragsa. Cerró el acto el Presidente de la Comisión Episcopal de Apostolado Seglar, el Excmo. Sr. D. Javier Salinas i Viñals, obispo de Mallorca.

 

Todos ellos incidieron en sus discursos en la importancia de la buena gestión de la empresa porque cuando las empresas están bien gestionadas, mejoran activamente el reconocimiento de la dignidad de los empleados y el desarrollo de virtudes, como la solidaridad, la sabiduría práctica, la justicia, la disciplina y muchas otras.

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La vocación del empresario es un genuino llamamiento humano y cristiano. Difícilmente puede sobreestimarse su importancia en la vida de la Iglesia y en el mundo económico. Los líderes empresariales están llamados a concebir y desarrollar bienes y servicios para los clientes y las comunidades a través de la economía de mercado. Para que dichas economías alcancen su objetivo, que es, la promoción del bien común, deben estar estructuradas con ideas basadas en la verdad, la fidelidad a los compromisos, la libertad y la creatividad.

 

Los líderes empresariales tienen un papel especial en el despliegue de la creación. No sólo proporcionan bienes y servicios en mejora continua mediante la innovación y el aprovechamiento de la ciencia y la tecnología, sino que también ayudan a dar forma a las organizaciones que extenderán este trabajo en el futuro.

 

 

San Juan Pablo II nos lo recordó en Laborem Exercens que: “el hombre, creado a imagen de Dios, mediante su trabajo participa en la obra del Creador”, y según la medida de sus posibilidades, en cierto sentido, continúa desarrollándola y la completa, avanzando cada vez más en el descubrimiento de los recursos y de los valores encerrados en todo lo creado”

 

Construir una organización productiva es el modo primordial en el que los empresarios pueden participar en el despliegue de la obra de la creación. Cuando se dan cuenta de que están participando en el trabajo del Creador a través de la buena administración de sus organizaciones productivas, están en condiciones de comprender la grandeza y formidable responsabilidad que entraña su vocación.

 

El obispo de Mallorca, cerró el acto haciendo hincapié en el hecho de que los empresarios, los directivos, y todos los que trabajan en la empresa deben ser alentados a reconocer su trabajo como una verdadera vocación y para responder a la llamada de Dios con espíritu de verdaderos discípulos. De este modo, se comprometen en la noble tarea de servir a sus hermanos y hermanas, y a desarrollar el Reino de Dios.

 

  • 01 septiembre 2014
  • Joaquín González-Llanos
  • Jornadas y congresos

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